Silvia Siria. Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre.
Organización interna del centro penitenciario:
- Internos: 2.082, de los cuales 121 son mujeres.
- Trabajadores sociales: 10 más un coordinador (cada uno de ellos tiene a su cargo un módulo).
- Educadores sociales: 16 (cada uno tiene a su cargo entre 140-144 internos)
Acceso a puestos dentro de la prisión.
A estos los puestos de trabajador social y de educador social no se accede de la misma manera:
A los puestos de trabajador social se accede a través de unas oposiciones como tal.
Mientras que a los puestos de educación social se accede a través de unas oposiciones a funcionario de prisiones, puesto a través del cual se va ascendiendo, tras hacer un curso específico de la labor del educador social, por lo que cualquiera puede ser educador social en una prisión, no hace falta tener la titulación universitaria.
En cuanto a los internos, para su proceso de acceso a una prisión es necesario que tengan contacto con un equipo interdisciplinar. En un primer momento, tienen una entrevista con médicos y psicólogos, para que valoren su estado de salud tanto físico como psíquico. Tras ellos, se entrevistan con un educador social, el cual decide el módulo en el que deben ser internados. Por último, tienen contacto con un trabajador social, que es quien rellena una ficha con todos sus datos.
Competencias del educador social
- Entrevistas (con contacto muy directo).
- Observación y contacto directo con los internos.
- Orientación.
- Trabajos burocráticos.
- Dinamización.
- Clasificación.
- Miembros de un equipo técnico y de la junta de tratamiento.
Problemas que tienen los trabajadores sociales dentro de la prisión:
- Desconocimiento de los internos, pues apenas tienen contacto directo.
- TBCs
- Falta de espacio.
- Ratio TS/internos (sobrecarga de internos para los trabajadores sociales)
Problemas que tienen los educadores sociales dentro de la prisión:
- Ratio ES/internos (sobrecarga de internos para los trabajadores sociales, aun y cuando cada educador social tiene a su cargo menos internos que un trabajador social).
- Falta de motivación de los internos (por ejemplo, con cursos absurdos que no sirven para nada).
- Inestabilidad de los grupos.
- Bajo nivel cultural y educativo de los presos (un 14% de los presos que se encuentran en la prisión de Alhaurín son analfabetos).
- Carencia de medios y espacios.
- Reeducación y reinserción ficticios (entre el 60 y el 70% son reincidentes)
- No se trabaja con la familia ni con el entorno (lo que favorece la reincidencia)
- Problemas más comunes entre los presos: pobreza, reincidencia, familias desestructuradas, grandes condenas, generaciones enteras dentro de la prisión…
- Realización de tareas administrativas que no les corresponden a los educadores sociales.
- Desvalorización del educador social.
Peticiones que hacen los profesionales de este centro penitenciario:
- Reconocimiento de la profesión.
- Definir nuestro rol profesional.
- Formación específica.
- Reivindicar nuestro espacio.
Valoración personal
Personalmente, me ha llamado la atención esa diferencia que existe entre trabajadores sociales y educadores sociales: el hecho de que el trabajo social se reconozca como tal pero no así la educación. No me parece bien que no haya un reconocimiento de la profesión, pues creo que eso es lo mínimo que nos merecemos, después de haber adquirido una educación específica para ello. En ningún caso se ha escuchado que alguien con un curso de preparación únicamente pueda desempeñar las labores de un médico, o de un abogado, por lo que no me parece bien que cualquier persona pueda desempeñar las funciones de algo para lo que los educadores sociales están más cualificados.
Por otra parte, me parece que para el número de presos que se encuentran en la prisión, ay muy pocos profesionales trabajando, creando una sobrecarga de presos por cada profesional enorme.
También me llama la atención que no se trabaje ni con la familia ni con el entorno, cuando en la carrera, ese es uno de los temas que más machacados tenemos, y al que le damos casi prioridad ante todo lo demás.
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